Investigando sobre resiliencia energética

El equipo compuesto por Juan Pichardo, Rafael Batista, Ramón De Jesús y Abraham Espinal (izquierda a derecha) son los encargados del proyecto PEER titulado “Análisis de resiliencia para el desarrollo de la arquitectura de microrredes frente a eventos climáticos en los sistemas eléctricos de República Dominicana”.

La República Dominicana es uno de los países más vulnerables al cambio climático, y tiene una larga historia de catástrofes naturales que han afectado gravemente al país en el pasado. Un huracán o un terremoto pudiesen impactar en cualquier momento, y cualquier emergencia climática, en unos instantes pudiese destruir los sistemas que esta nación caribeña ha tardado años en construir. 

El daño causado por los huracanes Irma y María en 2017, que asciende a un estimado de US $90 mil millones de dólares solo en Puerto Rico, le dio a la comunidad internacional una revelación: existe un gran desafío para encontrar soluciones que reduzcan o mitiguen los efectos de estos eventos. 
 

Es por estas situaciones de emergencias climáticas que es esencial buscar soluciones, de la mano de investigadores y personal capacitado, que puedan aportar a que países como República Dominicana identifiquen y adopten alternativas en caso de emergencias provocadas por eventos climáticos catastróficos. La USAID, por medio de su programa de subvenciones Partnerships for Enhanced Engagement in Research (PEER) busca apoyar a los investigadores a buscar soluciones para afrontar retos de desarrollo globales.

Es aquí en que destacamos a Ramón De Jesús, Abraham Espinal y Rafael Batista, parte del equipo de  profesionales e investigadores que están buscando respuestas para fortalecer la resiliencia de los sistemas eléctricos en el país. Todos cuentan con experiencia en el sector energético y en áreas interdependientes a ese sector, y actualmente han unido sus habilidades en su investigación centrada en Resiliencia Energética y Microrredes Eléctricas. 

“Una red eléctrica confiable es la columna vertebral de la sociedad moderna,” nos cuenta Ramón. “La electricidad está tan entrelazada e integrada en cada actividad humana y proceso económico que se ha vuelto esencial”. Tener una red eléctrica confiable se hace más difícil para las naciones insulares como la República Dominicana, ya que las mismas están mucho más vulnerables ante choques climáticos. Según el Índice de Riesgo Climático Global 2021, República Dominicana es uno de los países más vulnerables del mundo ante el cambio climático, y agregando el hecho de que el sistema de energía dominicano es “pequeño y aislado, es un caldo de cultivo perfecto para que cualquier catástrofe inesperada (terremotos, huracanes, etc.), ponga la seguridad nacional en manos de la fortuna”, comenta Ramón. 

Por medio de su investigación, Ramón, Abraham, y Rafael buscan ayudar al país a ser más resiliente, es decir, “prepararse y adaptarse a las condiciones cambiantes de eventos catastróficos, y luego resistir y recuperarse rápidamente de las interrupciones provocadas por estos”, nos cuentan. 

Al investigar microrredes, el equipo busca estudiar y evaluar escenarios de creación de microrredes en las redes eléctricas dominicanas. “Una microrred es una versión a pequeña escala de la red eléctrica que sirve a un área local, como un vecindario, un hospital, un campus o una base militar; puede funcionar de forma independiente o conectarse a la red eléctrica principal, y puede cambiar entre las dos según las necesidades de la comunidad a la que sirve”, dice Ramón. 

Además, esta búsqueda de soluciones para fortalecer los sistemas energéticos está basado en la visión de la transición energética hacia la descentralización, la digitalización y descarbonización del sector energía.

Al estudiar las microrredes y sus interacciones, Ramón y el equipo han podido evaluar que, en caso de que ocurra un corte de energía, las microrredes pueden reconectarse y continuar proporcionando electricidad a los espacios que estén conectados a la misma, y así asegurar que las personas tengan energía eléctrica.
 

En su laboratorio, el cual tiene equipos de última tecnología (comúnmente llamados equipos en “estado del arte”), el equipo investigador simula varias situaciones para identificar cuáles índices de resiliencia contiene la microrred que se encuentra en el espacio. Esa microrred que se encuentra ubicada en el laboratorio cuenta con un simulador en tiempo real (OPAL 57-07), inversores trifásicos (de tres corrientes alternas), panel fotovoltaico, baterías, bancos de carga que simulan casas hogares, empresas; así como otros instrumentos que les ayudan a simular cómo se comportan las redes eléctricas reales. Además, en el laboratorio se puede realizar pruebas en tiempo real, ayudando a probar hardware y simulaciones de cómo se comportaría una red eléctrica real de forma segura. El equipo también ha podido probar varios escenarios más rápido, por medio de modelos matemáticos, y así saber cuáles fallas o comportamientos la red puede tener antes, durante y después de una catástrofe natural. 

Con este laboratorio, apoyado bajo el proyecto Partnerships for Enhanced Engagement in Research (PEER) de la USAID, Ramón y el equipo ayudarán en la creación de capacidades y habilidades para los profesionales de ahora y del futuro. 

Para los investigadores, este trabajo no es sólo una investigación más: para ellos es una visión del desarrollo futuro del país. 
 

Es de conocimiento general que los países que no visualicen e inviertan en esta ventana de oportunidad serán los “países en desarrollo” del futuro, de forma que trabajando de la mano de la distribuidora de electricidad  local (EDENorte), nos aseguramos que los resultados de nuestra investigación se traduzcan directamente a creación de capacidad”, nos cuenta Ramón. 
De izquierda a derecha, Abraham, Ramón, Rafael y Juan, el equipo a cargo del proyecto PEER titulado “Análisis de resiliencia para el desarrollo de la arquitectura de microrredes frente a eventos climáticos en los sistemas eléctricos de República Dominicana”.
Ilustración del Laboratorio de Microrredes Eléctricas - PUCMM Campus Santiago (2023)

Con su investigación, el equipo busca que este proyecto no se quede en los círculos de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM, bajo la cual realizan el proyecto) y de los círculos de la distribuidora de electricidad EDENorte, sino que más estudiantes y profesionales en otras universidades y compañías de distribución puedan acceder a los datos que han podido obtener. Además, el equipo busca que más profesionales de otras áreas y que el público en general pueda conocer el proyecto y buscar formas de colaborar.

 

Además, usando el laboratorio como nueva plataforma de investigación, se ha podido recibir fondos adicionales para futuros proyectos que le darán continuidad a la visión del equipo de investigadores. Con los nuevos fondos provenientes del Gobierno dominicano a través del Fondo Nacional para la Investigación Científica y Tecnológica (FONDOCYT), se busca crear una plataforma de datos abiertos sobre resiliencia y profundizar en la operación del sistema eléctrico de distribución. También, esta plataforma ayudará a brindar datos sobre cómo el sistema eléctrico debe cambiar para adaptarse, y cuáles efectos se pueden presentar con una red eléctrica mucho más dinámica y susceptible a cambios rápidos e inesperados.

 

El equipo cree que esta investigación ayudará a crear capacidades en sostenibilidad, promoverá la independencia y fomentará la innovación en el sector energético. “Apoyar el desarrollo de capacidades en estas áreas puede desempeñar un papel fundamental en la creación de una nación moderna y resiliente, asegurando la calidad de vida de nuestros compatriotas en los peores escenarios del cambio climático”, nos cuenta Ramón. 
 

Sobre el autor:

Brenda Silverio es la especialista en redes sociales de la USAID en la República Dominicana.