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Un comando indígena para luchar contra el COVID-19

La afirmación y el respeto de la cultura local han acelerado el escalamiento de la vacunación en la región

En el 2020, la comunidad indígena de Cusco en Perú cerró sus fronteras para proteger a su gente del COVID-19, siguiendo el ejemplo de diversos países de todo el mundo.

Pero esta medida de seguridad tenía sus inconvenientes.

En Cusco, el cierre de fronteras intensificó el aislamiento que las comunidades indígenas ya vivían antes del COVID-19. Y también socavó la fuerza del Comando Indígena, una organización de gobiernos, comunidades y entidades indígenas amazónicas regionales y locales que abogan por un enfoque intercultural más efectivo para responder al COVID-19.

El Comando Indígena no tuvo acceso a un espacio formal para reunirse virtualmente. Por un lado, debido a que el servicio de internet en las comunidades indígenas es inestable. Pero además, debido a que los integrantes del comando son líderes de etnias amazónicas para quienes la presencialidad es necesaria para generar acuerdos, mientras que la virtualidad rompe las dinámicas sociales.

Como resultado, los líderes indígenas no pudieron abordar de manera efectiva la crisis de salud causada por el COVID-19 y la cobertura de vacunación en sus comunidades fue muy baja.

En este contexto, las comunidades indígenas carecían de acceso adecuado a la información acerca de las vacunas y su importancia para salvar vidas. Además, cundía la desconfianza entre los miembros de la comunidad sobre las prácticas modernas de salud. Y a ello se sumaban las dificultades para acceder a los centros de vacunación. Esta brecha de inmunización era un problema que debía abordarse.

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Indigenous young woman holding a sheet of paper with a message supporting the COVID 19 Indigenous command.
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Indigenous man holding a sheet of paper with a message supporting COVID 19 indigenous command

A comienzos de marzo de 2021, el Proyecto de Apoyo a la Vacunación COVID-19 de USAID y la ONG Prisma en Perú asumió el desafío de reactivar el Comando Indígena COVID-19, con el objetivo de aumentar las coberturas de vacunación en las comunidades indígenas amazónicas. Como primer paso en Cusco, USAID reunió a líderes comunitarios, ONG, gobiernos locales y empresas privadas, como Pluspetrol, para colaborar en intervenciones de salud con la Secretaría Regional de Salud de Cusco y con organizaciones comunitarias indígenas.

De esta forma, se reabrió el espacio para el diálogo y la concertación, lo que permitió escuchar las propuestas de las organizaciones indígenas con la seriedad que se merecen, respetando su identidad cultural y las prácticas tradicionales de salud, y abriendo la posibilidad de complementar estas prácticas con medicina moderna.

USAID convocó a líderes de las principales organizaciones amazónicas a un evento presencial de dos días en la ciudad de Quillabamba, Cusco, con el objetivo de conocer sus percepciones sobre la vacuna contra el COVID-19 y sobre las medidas de prevención y control de infecciones que llevadas a cabo en sus comunidades De esa forma, el personal de salud podría tener esto en cuenta al momento de iniciar el proceso de vacunación.

La participación de los líderes del Comité Gestor del Bajo Urubamba de Cusco permitió tener una receptividad mucho mayor en cada comunidad. Este comité está integrado por los líderes de las comunidades amazónicas y representa a estas comunidades, así como a los pobladores que viven en su territorio. Asimismo, promueve el respeto por la cultura originaria y su entorno, la defensa y reivindicación de la tierra y los recursos naturales, el fortalecimiento de la identidad cultural de la comunidad y la participación en el espacio político nacional, regional y local. El comité recuperó importancia durante la pandemia de COVID-19 debido a las acciones de intervención sanitaria en las que participó en toda la región.

“En el Comando Indígena Amazónico se elaboró un plan de acción que contempla la comunicación en las lenguas originarias de cada zona. Al llegar al bajo Urubamba establecimos un espacio de diálogo y lo seguimos fortaleciendo para escuchar de manera continua y directa las necesidades de los Pueblos Indígenas Amazónicos”.

Deysi Moscoso, coordinadora territorial del Cusco.

Comunidad indígena amazónica que participó en los diálogos con el Comando Indígena y en el proceso de vacunación contra el COVID-19.

Como resultado, los trabajadores de salud comenzaron a trasladarse a las comunidades en lugar de esperar a que la población indígena se acercara a los establecimientos de salud. Las brigadas del personal de salud se movieron en peque peque, un pequeño bote lacustre de madera, y pongueros, un bote lacustre de metal, durante 15 días, y algunas brigadas tuvieron que viajar 21 horas en bote para llegar a las comunidades con menor cobertura.

El personal de salud se desplazó por la cuenca del río, ya que es el único medio de transporte en la zona. De esta forma, las vacunas contra el COVID-19 llegaron de manera más equitativa y oportuna a las comunidades. USAID y Prisma apoyaron el proceso logístico de la vacunación de principio a fin, para garantizar el correcto almacenamiento de las vacunas y la administración segura de las mismas a las personas en estas comunidades remotas.

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Indigenous women and men standing in the outdoors holding bags with printed messages supporting COVID 19 vaccination.

Las tasas de vacunación comenzaron a subir

En las comunidades de la provincia de La Convención, donde el Comando Indígena apoyó la campaña de vacunación del gobierno, se duplicó con creces el número de personas que recibieron ambas dosis de la vacuna contra el COVID-19, al pasar de 29% a 62% en mayores de 12 años. En Megantoni, una de las comunidades donde intervino el Comando Indígena, los casos de COVID-19 bajaron de 782 a 290.

“Desde el principio hemos acogido la iniciativa de Prisma [nuestro socio implementador] y USAID porque nos apoyaron en la realización de esta intervención y nos dieron el apoyo logístico que se requería. El proyecto ha tenido mucha influencia en el bajo Urubamba. Tuvieron la iniciativa de articularse con otras entidades y, lo más importante, reactivaron el Comando Indígena, por lo que estamos agradecidos”.

 

Miguel Ganoza Mendoza, Presidente del Comité Gestor del Bajo Urubamba.

SOBRE ESTA HISTORIA

La alianza de USAID con la Asociación Benéfica PRISMA contribuyó a la implementación del Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19 en el Perú.

Esta Alianza apoyó la formulación y revisión de planes, la coordinación entre las partes interesadas, la gestión de la cadena de suministro con enfoque en la cadena de frío, la gestión de las vacunas, la vigilancia de eventos adversos atribuibles a la vacuna, el compromiso y la participación de la comunidad, la demanda de vacunas y las comunicaciones e incidencia.

Su estrategia estuvo enfocada en contribuir a lograr que las comunidades indígenas y otras poblaciones vulnerables recibieran la vacuna con equidad.

 

SOBRE LOS AUTORES

Edgar Alfaro es coordinador de comunicaciones en la ONG Prisma y Magali Ugarte es especialista de comunicaciones en la misión de USAID en Perú.


Fotos por ONG PRISMA.