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El Salvador tiene una relación particularmente profunda, cercana y multifacética con Estados Unidos. Aproximadamente el 25 por ciento de los salvadoreños vive en el extranjero, de los cuales la mayoría reside en Estados Unidos. En 2019 esos residentes enviaron más de $5,650 millones de dólares a El Salvador, principalmente a familiares. Esa cantidad representa cerca del 21 por ciento del PIB total del país1. Los lazos familiares pueden crear un ‘factor de atracción’ para la migración a Estados Unidos, pero la falta de oportunidades económicas y la inseguridad son a menudo citadas como las causas fundamentales para la migración al extranjero. El 83 por ciento de los migrantes irregulares que regresan de Estados Unidos señala la falta de oportunidades económicas, la inseguridad y la falta de protección y servicios por parte del gobierno como los factores principales, de forma individual o combinados, para salir de El Salvador2. Además, El Salvador experimenta con frecuencia eventos climáticos extremos, como inundaciones y sequías, y desastres naturales, como terremotos y tormentas tropicales. Esas crisis afectan el capital físico y el capital humano, impactan principalmente a mujeres y niños y continúan exacerbando el desplazamiento interno y la migración regular e irregular. Por lo tanto, mayor seguridad, mejores oportunidades económicas y una gobernanza fortalecida jugarían un papel central en dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos salvadoreños, incluyendo las necesidades específicas de las mujeres y la juventud además de crear resiliencia ante las vulnerabilidades del país para que los ciudadanos puedan prosperar en sus propias comunidades.

La actual administración del Gobierno de El Salvador (GOES) tiene un periodo de cinco años (2019-2024) que corresponde a la mayor parte de la CDCS 2020-2025, y esta estrategia, a su vez, se alinea directamente con las mejoras propuestas por el GOES en materia de seguridad, prosperidad económica y gobernanza. USAID/El Salvador tiene una notable ventana de oportunidad para profundizar las alianzas con el GOES, las municipalidades, el sector privado y la sociedad civil y para mejorar la capacidad del país para reducir la migración irregular. Asimismo, los puntajes de El Salvador en la mayoría de los indicadores de desarrollo medidos por la “Hoja de Ruta de USAID del Camino a la Autosuficiencia del Año Fiscal 2020” se ubican justo arriba o abajo de los promedios globales, lo que significa que intervenciones bien planeadas, y ejecutadas con el apoyo político y financiero del GOES y otros socios, podrían tener un impacto significativo y duradero de modo que contribuyan al avance del país hacia la autosuficiencia.