“El arroz es la comida favorita de los dominicanos” - Juan García,

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El arroz es un alimento básico en la República Dominicana. Se puede encontrar en los menús de todos los restaurantes del país, y la mayoría de los dominicanos lo comen todos los días. “El arroz es la comida favorita de los dominicanos”, dice Juan García, un arrocero de Montecristi.

El arroz también es parte de un mercado agrícola en crecimiento en la República Dominicana. Hay alrededor de 30,500 productores de arroz en el país, y casi 250,000 personas trabajan en la producción, procesamiento y comercialización del arroz. Su producción es un factor clave para la economía local en la región noroeste, en donde vive Juan.

Lamentablemente, el cultivo convencional de arroz en la zona ha sido perjudicial para el medio ambiente y ha contribuido al cambio climático. Un cultivo de arroz, que tarda cuatro meses en crecer, requiere una cantidad significativa de agua, y muchos agricultores utilizan fertilizantes y pesticidas en exceso para protegerlo de plagas e insectos. Estos pesticidas luego contaminan los ríos cercanos que cruzan por los cultivos. Después de la cosecha, los agricultores quemaban los tallos de arroz sobrantes para producir el siguiente lote, lo cual liberaba dióxido de carbono, o dejaban que los tallos se pudrieran, lo que libera metano. Estas prácticas de cultivo insostenibles tampoco producían grandes rendimientos o ganancias para los productores de arroz locales. En la provincia de Montecristi, estas prácticas han puesto en peligro la biodiversidad del Parque Nacional Manglares de Estero Balsa, que alberga más de 200 especies de flora y casi 90 especies de crustáceos, peces, anfibios, reptiles y aves. También ha amenazado a las cuatro especies de manglares que se encuentran dentro del parque, las cuales protegen el área de los huracanes al absorber los vientos dañinos que provocan estos fenómenos y evitar que las inundaciones fluyan tierra adentro.

“Producíamos arroz, pero los resultados no eran los que esperábamos”, explica Juan. “No teníamos mucha experiencia y no sabíamos cómo manejar el agua adecuadamente. Estábamos haciendo mucho daño y no sabíamos cómo nuestras prácticas estaban afectando el medio ambiente. Utilizamos demasiado espacio y recursos, pero producíamos menos”.

Al darse cuenta de que necesitaba ayuda con su finca, Juan se acercó a Freddy Payton, el director ejecutivo de AgroFrontera. Casi al mismo tiempo, la USAID se asoció con Counterpart International bajo el proyecto de Manejo Integrado de Ecosistemas Marinos(link is external). Bajo este proyecto, AgroFrontera apoyó el programa de arroz sostenible de la USAID. Su propósito era desarrollar y enseñar técnicas agrícolas sostenibles que ayuden tanto a los agricultores como al ecosistema local.

Como resultado de este programa de la USAID, los agricultores han estado cultivando de manera más consciente. La USAID ha ayudado a 74 productores de arroz a adoptar prácticas más sostenibles en sus fincas, las cuales cubren más de 5,500 hectáreas de tierra en las afueras del Parque Nacional Manglares de Estero Balsa. Con el apoyo de la USAID, los agricultores están en proceso de obtener una certificación internacional.

Las técnicas sostenibles de producción de arroz reducen la necesidad de fertilizantes hasta en un 35 %, y los agricultores también dependen menos de los pesticidas. Esto reduce la contaminación química en la escorrentía agrícola que fluye hacia los arroyos cercanos, que son la principal fuente de agua dulce para los manglares.

Reducir la necesidad de fertilizantes de los agricultores también ayuda a mantener bajos los costos de producción en un momento en que los precios de los fertilizantes han subido debido a la guerra de Vladimir Putin contra Ucrania. Debido a este conflicto internacional, el Gobierno Dominicano ha tenido que subsidiar herramientas y productos agrícolas para mantener estables los precios.

Los agricultores que utilizan estas nuevas técnicas ya han comenzado a ver mejores rendimientos en sus cultivos, lo que se traduce en mayores ganancias. “Esta asistencia nos ha permitido producir a máxima capacidad”, dice Juan. “Estamos cosechando arroz de mejor calidad, el suelo y el agua se conservan, y estamos cuidando a los peces que se encuentran en los cultivos”.

Incluso, los productores de arroz que no estaban dentro del programa han visto cómo el proyecto ha beneficiado a los agricultores capacitados. “Estos productores están evaluando sus costos y aprendiendo que sus costos de producción están por encima de los nuestros”, comparte Juan. 

Los esfuerzos de la USAID han brindado alivio a los agricultores que dependen de la producción de arroz. Para Juan, “el arroz es lo que garantiza el sustento de mi familia”. Él, junto con otros agricultores, comenzó a vender su arroz a empresas más grandes en República Dominicana.

“Los agricultores son el principal motor que mueve la industria alimentaria en República Dominicana”, dice Juan. “Si podemos producir mayores rendimientos y reducir nuestra contaminación [ambiental], estamos ayudando a nuestros hijos y nietos a tener un mejor futuro”.

 

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El Parque Nacional Manglares de Estero Balsa ha sido amenazado por la producción insostenible de arroz en las comunidades vecinas de Montecristi. Por medio de la USAID, Estados Unidos está ayudando a los agricultores a producir cultivos de arroz más sostenibles, que les ayuden a mejorar los rendimientos y conservar los recursos naturales. / Foto por USAID
El Parque Nacional Manglares de Estero Balsa ha sido amenazado por la producción insostenible de arroz en las comunidades vecinas de Montecristi. Por medio de la USAID, Estados Unidos está ayudando a los agricultores a producir cultivos de arroz más sostenibles, que les ayuden a mejorar los rendimientos y conservar los recursos naturales.
USAID/República Dominicana
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Los cultivos de arroz suelen tardar unos cuatro meses en crecer. Las técnicas agrícolas tradicionales emplean un uso excesivo de pesticidas y fertilizantes, los cuales contaminan las cuencas hidrográficas y los ecosistemas marinos.
Los cultivos de arroz suelen tardar unos cuatro meses en crecer. Las técnicas agrícolas tradicionales emplean un uso excesivo de pesticidas y fertilizantes, los cuales contaminan las cuencas hidrográficas y los ecosistemas marinos
Foto por Frederick Payton de Agrofrontera.
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El proyecto de Manejo Integrado de Ecosistemas Marinos de la USAID se enfoca en los esfuerzos de conservación y manejo en el Parque Nacional Manglares de Estero Balsa, el Refugio de Vida Silvestre Cayo Siete Hermanos y el Parque Nacional El Morro (visto arriba) en República Dominicana, así como el Parque Nacional Tres Bahías en Haití. / Foto por Jerry Bauer, Servicio Forestal de los Estados Unidos.
El proyecto de Manejo Integrado de Ecosistemas Marinos de la USAID se enfoca en los esfuerzos de conservación y manejo en el Parque Nacional Manglares de Estero Balsa, el Refugio de Vida Silvestre Cayo Siete Hermanos y el Parque Nacional El Morro (visto arriba) en República Dominicana, así como el Parque Nacional Tres Bahías en Haití.
Foto por Jerry Bauer, Servicio Forestal de los Estados Unidos.
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