México ha experimentado aumentos significativos en la delincuencia y violencia en los últimos años, lo que afecta la seguridad y el crecimiento económico del país, con un efecto especialmente perjudicial para los jóvenes. Gran parte del delito y la violencia es impulsada por grupos criminales que luchan para llenar el vacío dejado por el deterioro de los grandes cárteles. La violencia y la rápida urbanización, particularmente en las ciudades fronterizas del norte de México, han contribuido al aumento de las tasas de delincuencia, al reclutamiento de jóvenes en organizaciones delictivas, a la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.

USAID se enfoca en prevenir que los jóvenes en riesgo de las ciudades más afectadas por la violencia, especialmente en la frontera norte, potencialmente se conviertan en delincuentes y se unan a grupos delictivos. Las prioridades para USAID son fortalecer el compromiso de las autoridades locales para enfrentar este desafío, aumentar la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y seguir involucrando al sector privado. USAID también está apoyando la reinserción de jóvenes en Centros de internamiento juvenil a través de programas de prevención terciaria. USAID está empleando enfoques basados en evidencia, como la terapia cognitivo-conductual, la prevención del delito a través del diseño ambiental y la disuasión focalizada para lograr reducciones sostenidas de la delincuencia y la violencia. USAID está colaborando con el gobierno, la sociedad civil, la academia y el sector privado en 14 municipalidades objetivo para promover programas dirigidos localmente para prevenir el delito y la violencia, desarrollar la cohesión comunitaria y mejorar las oportunidades laborales para los jóvenes en riesgo.