La crisis mundial del agua amenaza la seguridad nacional y la prosperidad de Los Estados Unidos. Los desafíos a la segurida hídrica ponen en peligro la salud pública, afecta el crecimiento económico, profundiza las desigualdades y aumenta la probabilidad de conflictos que pueden llevar a la falla del estado. La solidez de los servicios de agua, saneamiento e higiene, las finanzas, la gobernanza y las instituciones son fundamentales para aumentar la resiliencia frente a las crisis y los factores de estrés mundiales, como la pandemia de COVID-19 y el cambio climático. En el marco de la Estrategia Global del Agua de EE. UU. 2022-2027, el gobierno de EE. UU. continuará trabajando para lograr un mundo con seguridad hídrica. A través de la gestión sostenible y equitativa de los recursos hídricos y el acceso al agua potable, los servicios de saneamiento y las prácticas de higiene, el gobierno de Los Estados Unidos construirá salud, prosperidad, estabilidad y resiliencia en colaboración con aliados y partes interesadas.